Autor: Bellatín, Mario
Formato: 19.8 x 12.5 cms.
Páginas: 144
SERIE DEL RÍO HABLADOR
Dos novelas de uno de los más importantes narradores jóvenes del Perú que ha sabido combinar con rara facilidad el rigor de la experimentación artística con la transparencia de la forma, con un despliegue de sencillez e innovación en argumentos. Estas dos novelas son una de las propuestas más originales de la narrativa peruana reciente, por ello la notable acogida recibida en el Perú y el extranjero.
En Efecto invernadero Antonio es Dios Antonio, homosexual, bailarín y pintor de cincuenta y cinco años, está a un paso de morir a causa de una enfermedad terminal nunca mencionada. Es asistido al final de sus días por las dos personas que él elige tener cerca, la Amiga y el Amante, quien dispone la habitación de Antonio siguiendo sus instrucciones, de manera que cuando él muera.
Un amor homosexual es descubierto en el momento mismo en que Antonio se entrega a la muerte; una madre ausente aparece para recuperar el cuerpo por deber; un escenario es dispuesto, a manera de ritual, a fin de castigar o liberar a esa madre ausente y, para conseguir todo esto, el marco es un poderoso y casi horrible sentido de desapego. Con la enfermedad como trasfondo, una enfermedad que obliga a alejarse de la gente y a vivir la vida en la antesala de la muerte, se retoma la noción de lo anómalo, para observar cómo esta opera en estos seres y en la propia escritura.
Para Bellatin, lo anómalo, ese plus inabarcable de sentido, es una forma de entender la belleza y desestructurarla.
“A los 23 años, me fui después a Cuba a estudiar. Estuve en tres o cuatro talleres en Cuba. Terminé y me quedé a vivir en Cuba como cualquier cubano. Usé ese tiempo para crear esta sistematización de escritura con una sociedad de leyes propias. No hablo del sistema socialista ni de Castro, sino de descubrir lo inmediato, lo cotidiano, lo mínimo como el amor, el sexo y la violencia. Es algo que solamente estando en Cuba puedes ver. Puedes analizar las relaciones padres e hijos, cómo se enamoran los novios, la amistad, los vecinos. Todo este tipo de verdades están trastocadas. Canon perpetuo (1993) tiene algo que ver con Cuba, como de espíritu, pero no es eso sino para ver cómo estos valores durante treinta años en un cambio de sistema, no importa cuál sea, trastocan al ser humano".