DESTINO: VABUNDA. Memorias
Autor: Ollé, Carmen
Formato: 22.3 x 14.5 cms.
Páginas: 364
COLECCIÓN DEL RÍO HABLADOR
En este vibrante volumen de memorias, Carmen Ollé —la escritora que en 1981 remeció el ámbito literario hispanoamericano con la aparición del poemario Noches de adrenalina, y autora de celebradas novelas y relatos— da cumplida cuenta de su tránsito por un mundo desolado, pero que también puede estar pleno de luces si uno se atreve a buscarlas. Asistimos a episodios cruciales de su infancia, los viajes, el casamiento con el escritor Enrique Verástegui y la separación, la maternidad y los lances literarios, que desfilan ante el lector con una prosa ágil y musical.
Ollé nos revela de entrada su especial predilección por autores marginales, desarraigados, pero cultos y sensibles, como Arthur Rimbaud, Albertine Sarrazin o Jean Genet, tanto como por escritores rusos, judíos y afros, y hace una confesión: «siempre me ha gustado mirar lo que habita al otro lado del espejo, lo desconocido, lo prohibido».
Nuestra autora evoca, con especial afecto, su amistad entrañable y sus afinidades literarias con las escritoras Esther Castañeda y Pilar Dughi, así como su paso por la Universidad de San Marcos. También el periplo que la llevó a vivir en Barcelona, Menorca y París, experiencias que se enhebran en el relato de una mujer libre, aunque precarizada por su con-dición de migrante, al punto que pareciera ser un personaje extraído de una novela de Patricia Highsmith o Isaac Bashevis Singer.
El regreso al Perú en los años 80 coincide con el inicio del conflicto armado interno. Ollé obtendrá un puesto como docente en la Universidad La Cantuta y será testigo de la violencia estructural que asoló al Perú en esos años. Ahí establecerá un vínculo estrecho con el escritor Miguel Gutiérrez, una figura dedicada a la literatura y, en aquel entonces, volcada a un intenso activismo. Si el contexto social y político no se presenta alentador y, por el contrario, es apocalíptico o ruinoso, los relatos que rememoran los amoríos y flirteos nos muestran que, en Ollé, el deseo aflora hasta en los momentos de mayor crisis.
En Destino: vagabunda, Carmen Ollé parece decirnos que el único mundo que le interesa es el de la literatura y que ella vive su propia vida como si se tratara de una novela.